Se las prometía muy felices el Atleti con una diana de Álvaro Morata a los 52 segundos de partido, pero los de Simeone no fueron los de otras tardes y un gol 'de churro' de Fran Beltrán en el arranque de la segunda parte acabó sellando las tablas. El juego de toque vigués anuló a los colchoneros y ambas escuadras suman en pos de sus objetivos.
El Atleti, enrachado, buscaba el billete a la Champions de manera matemática y mejor no pudieron comenzar las cosas. Arias recuperó, percutió por la derecha, habilitó a Correa y el centro del diez lo embocaba Morata a placer en área chica. 52 segundos de encuentro, el Atlético de Madrid con ventaja en el marcador.
Este gol tempranero permitió a los de Diego Pablo Simeone afrontar la contienda de otra manera. Quería el Celta, pero era un despiste continuo en defensa y a los once minutos, tras otro regalo olívico en el área (¿tres centrales?) Savic disparaba alto por muy poco.
No obstante, con el avance de los minutos se veía más cómodo al Celta de Óscar García, mientras al Atleti le costaba entrar en el sistema defensivo olívico. Tras un susto de Brais, con remate al lateral de la red, se plasmaba que sólo por la diestra entraba bien el cuadro colchonero con Arias y Correa, si bien los minutos iban goteando sin peligro en ninguna de las dos áreas.
Y es que las ausencias en el frente de ataque del Atleti, Costa, Joao Félix y Yannick Carrasco, se dejaban notar en un encuentro que se planteaba luchado en la medular pero con escasa fluidez a la hora de generar peligro.
Brais Méndez volvía a asomarse a la meta de Oblak al paso por el minuto 40, cuando desde el vértice buscaba el palo largo con un lanzamiento de rosca que no se perdió lejos del poste del cancerbero esloveno. Ante una defensa céltica muy adelantada, en algunas contras creó peligro el Atleti y Llorente, siempre Marcos, asistía para el remate fallido de Correa en el 45' cuando lo más fácil era el gol.
Arranque sorpresivo del segundo acto, cuando a los tres minutos un centro de Brais lo empalmaba de volea en el área Fran Beltrán, pero con un remate tan defectuoso como diabólico, vaselina involuntaria al segundo palo, Oblak perplejo y las tablas de nuevo en todo lo alto.
El Atlético buscaba reaccionar encomendándose al talento de Marcos Llorente y sus acciones de crack como segundo punta. Pero en medio de la dinámica de control visitante, el juego veloz y combinativo del Celta asustó a los doce minutos, trallazo de Brais Méndez que sacaba Oblak con apuros.
El Celta movía mejor el esférico, con peligro en un zapatazo de Santi Mina que desviaba Oblak a saque de esquina y en una acción trenzada a la cual no llegaba Aspas por centímetros. Estaba lejos el cuadro del Cholo de su rendimiento y su imagen de las últimas semanas.
En el colmo de la desgracia para la portería viguesa, Rubén Blanco se lesionaba solo al hacer un pase en largo, obligando al debut del tercer portero, el joven Iván Villar. Se movían los peones tratando de desequilibrar el empate, con un punto más de intensidad y de verticalidad en los galaicos.
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Y se lució Iván Villar a los 86 minutos en trallazo abajo de Lemar, despeje a saque de esquina. Y el encuentro fue muriendo con los dos equipos queriendo progresar, pero sin descuidos. Y es que el puntito ya les venía bien, para la salvación celeste y para la Champions rojiblanca. Ambos objetivos están más cerca.