No termina de carburar el defensor del título, que volvió a quedarse a cero ante un sólido Athletic Club que supo contener a los ‘colchoneros’ en sus momentos álgidos aunque perdonaron en el segundo tiempo.
Los de Simeone empezaron mejor, con su arranque habitual: un alto ritmo en ataque que desordenó al conjunto bilbaíno en defensa. Pero todo quedó ahí. A medida que avanzó el partido, el equipo que dirige Marcelino se asentó sobre el verde del Metropolitano y maniató a un Atlético sin respuestas.
Ni el triple cambio a la hora de partido de Simeone, que dio entrada a Suárez, Joao Félix y Carrasco, ni el cambio de Llorente al lateral ni nada consiguió generar la sensación de que el primero estaba cerca de llegar. Por contra, el enérgico Nico Williams llevó el peso del ataque visitante aunque no llegó a transformar las sensaciones en ocasiones.
Una protesta de Joao Félix a Gil Manzano terminó con el portugués en el vestuario, para desazón de la hinchada rojiblanca, que en la locura tiró de su equipo y vio como Llorente se topó con el palo en la más clara del partido.
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El cúmulo de delanteros rojiblancos que terminó sobre el césped no fue capaz de embotellar a un Athletic que acabó el encuentro mejor, muriendo en el área rival y sellando la suya. En cinco jornadas, sólo ha concedido un gol. Un gol que echa de menos el Atlético de Madrid.