Nuevo revés para un Levante que no levanta cabeza. El conjunto de Muñiz dispuso de más de veinte minutos en superioridad numérica tras la rigurosa roja sobre Amrabat, pero ni así. La inoperancia de la vanguardia de Orriols volvió a quedar manifiesta en un partido en el que Oier volvió a ser el mejor de los azulgranas.
Cargaron los granotas de inicio el peso de su ataque por la banda derecha. Primero Lerma e instantes después Campaña no pudieron aprovechar buenos servicios desde el carril del siete. El Levante se fue desdibujando con el transcurrir de los minutos, aunque los pepineros no aprovecharon para generar incertidumbre. Apenas un par de jugadas a pelota parada ejecutadas por Eraso que ni Gumbau ni Beauvue plasmaron en el marcador. La más clara de todas fue un disparo de Amrabat desde el vértice izquierdo que se perdió lamiendo la escuadra. Los azulgranas fueron reculando con el paso de los minutos hasta que Jaime Latre señaló el asueto.
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Poco que echarse a la boca en la reanudación del partido en el Ciutat de València. Ni los bocadillos de los aficionados ocultaron los bostezos de una afición azulgrana que empezó a desesperarse con el juego de los suyos. Aun más cuando un error de Antonio Luna, que midió muy mal un balón largo, cerca estuvo de suponer el 0-1. El Zhar tuvo piedad de su exparroquia y tiró de potencia en lugar de precisión. Ni la roja de Amrabat por un codazo sobre Campaña despertó a los valencianos.