Primera victoria de Pablo Machín como técnico del Alavés. Los locales tuvieron suficiente con un testarazo de Rodrigo Ely a un cuarto de hora del final para acabar con un Athletic grisáceo y que se mete en problemas, penúltimo de la lista con tres puntos. El 'Euskoderbi' fue más bien plomizo, con mejoría albiazul en el segundo acto, lo suficiente como para vencer.
El encuentro de rivalidad vasco entre vitorianos y bilbaínos comenzó con los dos equipos superpoblando la zona medular de Mendizorroza. Batalla táctica buscando huecos en las dos defensas, pero sin hallarlos.
Los minutos de deslizaban en el feudo babazorro con toda la lucha del mundo, pero con claridad nula a la hora de crear fútbol tanto en los de Pablo Machín como en el Athletic de Gaizka Garitano. El festival de pelotazos y de imprecisiones marcaba la tendencia de un encuentro con fútbol asintomático.
Sólo en los compases finales pareció que el Athletic de Bilbao encontraba mayor clarividencia para aproximarse a los dominios de Pacheco. El primer aviso era para Williams, con una entrada por derecha y centro raso que despejaba Laguardia, providencial para los vitorianos, cuando Sancet se aprestaba a remachar.
Instantes después era Raúl García el que recogía un centro desde el costado opuesto con un latigazo en el interior del área que se estampaba en el lateral de la red. Con esos sustos rojiblancos, el 'Euskoderbi' llegaba al asueto entre bostezos.
Arrancaba el segundo periodo con la lesión de Yuri Berchiche, suplido por Balenziaga, y con la mejor opción del 'Glorioso' hasta el momento, un balón largo con despiste de Unai Núñez y centro raso de Lucas Pérez paralelo a la línea de gol al que no llegó por poco Édgar.
El Alavés se adueñó del encuentro, con más opciones claras de gol como un testarazo de Édgar desviado o un remate en carrera de Lucas Pérez, gran revulsivo, que moría a manos de Unai Simón, algo forzado el ariete en la pugna con Unai Núñez.
El primer aviso 'zurigorri' del segundo acto llegaba a la hora de juego, un intencionado disparo desde lejos de Raúl García con Pacheco desubicado y que no halló los tres palos por muy poquito.
Se animaba el duelo, y al final el Deportivo Alavés encontró el premio cerca de la media hora en una jugada a balón parado y por alto, factor del que avisaba en la previa Gaizka Garitano. Falta que ponía Lucas al área, Rodrigo Ely peinaba con sutileza y el cuero entraba por el segundo palo. Alegría albiazul.
A la desesperada, el míster de los vizcaínos hacía debutar a Álex Berenguer, fichaje llegado desde Italia, pero el Athletic ofrecía unas pulsaciones de enfermo grave. Eso sí, Rubén Duarte le dio una dosis de oxígeno extra al ver dos amarillas en menos de un minuto, inocente expulsión y los babazorros con diez.
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Pero el acoso final de los rojiblancos fue tan gris y estéril como los 86 minutos anteriores. Sólo Raúl García asustó con un testarazo forzado, y al final los tres puntos de diamante fueron para Pablo Machín, y el Deportivo Alavés que se da un respiro.