Triste y decepcionante la manera como se han perdido los JJ.OO. de 2030. Meses de negociación y decenas de reuniones para nada. Fracaso estrepitoso de nuestros políticos, incapaces de pactar un programa repartido de competiciones.
Pierde Catalunya, pierde Aragón, pierde el Pirineo y pierde el deporte español. Lamentablemente la lección de Barcelona 92 no ha servido para nada.