Alejandro Domínguez, el seleccionador femenino español, sólo tenía "palabras de agradecimiento" para sus jugadoras, "unas chicas extraordinarias, que tiene una ilusión brutal y trabajan sin descanso".
El técnico destacó, en declaraciones ofrecidas por la Federación Española de Patinaje (FEP), que "hemos trabajado durante un año y ahora recogemos el fruto. Estoy muy feliz por ellas” y considera que en este Mundial femenino disputado en Iquique (Chile), "no ha habido muchas diferencias. Nosotros hemos sido fieles a nuestro estilo. Y éste es un triunfo del hockey en general".
"Se ha vivido un campeonato con un gran nivel, ha sido un espectáculo", opina Natasha Lee, la capitana, que ha vivido ya siete campeonatos del mundo. Ha visto los dos lados de la moneda pero, sin duda, el noveno puesto de hace dos años era una espinita que todas tenían clavada. "Fue algo difícil pero estuvimos siempre unidas y lo hemos demostrado", reivindicó Lee.
También María Díez, autora del gol de oro que dio el título, recordaba lo sucedido hace dos años en Tourcoing (Francia). "Todavía no me lo creo… Pasar del noveno puesto al primero… Estamos muy contentas porque llevamos dos años trabajando muy fuerte. Hemos creído en la victoria desde el principio aunque en una final nunca sabes quién va a ganar", declaró.
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"Teníamos unas ganas de ganar que no nos las aguantábamos" admitía Anna Casarramona, una de las goleadoras de este Mundial. "El nivel ha sido muy bueno y el público, también ¿qué más se puede pedir?", concluyó.