El Barça lo ha vuelto a hacer. Consigue una nueva Copa del Rey para dar más lustre a su condición de Rey de Copas. Son ya 22 las que lucen en el palmarés de este FC Barcelona que parece no tener límites a la hora de afrontar las finales. Ganó en la final de Lloret de Mar al Liceo por 1-2 en un gran partido, digno de una final
Además, con en esta ocasión consiguen la tercera consecutiva, algo que el FC Barcelona no lograba desde hace 31 años, un mérito más a este equipo que pese a que van cambiando algunas piezas sigue siendo una máquina con un engranaje perfecto.
Y ¿quién fue el gran portagonista de la final de Llorte? Uno y solo uno. No marcó goles, no corrió por la pista, no chutó a portería... pero fue un auténtico cerrojo en la portería. Toda final necesita a un héroe y Sergi Fernández se convirtió en el de la de 2018.
partido intenso
El partido fue duro, intenso, típico de una final en la que se enfrentaban los dos mejores equipos de hockey patines del país y probablemente de Europa y el mundo. Se conocen, se temen, se respetan y sus duelos tienen este plus que otorga una rivalidad histórica que llena de empociones en la pista y en la grada.
primera parte sin goles
El partido empezó tenso, costaba llegar a portería en condiciones. Las defensas eran agresivas e intensas e impedían situaciones francas de chut. Panadero fue el primero en poner en problemas a un Xavi Malián que también tuvo una gran tarde. Con el paso de los minutos los blaugrana se acercaban cada vez con más peligro lo que obligó a Juan Copa a ppeddir tiempo muerto.
Martín Payero lo intentó de falta directa tras la tarjeta azul que vio Matías Pascual, pero era el día de Sergi Fernández, que empezó con su festival de paradas.
La dureza del partido se tradujo en muchas faltas y en el 18’ el Liceo cometió la décima, pero el chut de Pablo Álvarez fue al póste.
Tras varias paradas de Sergi, llegó una de las jugadas clave del partido cuando los colegiados anularon un gol de Miras por levantar el stick. Bien anulado. El marcador seguía 0-0 y así se llegó al descanso.
los goles, en la segunda mitad
La segunda mitad empezó con ocasiones para los de Edu Castro y en el 27 llegó el 0-1 de manos de Panadero, pieza clave también en la final.
Solo dos minos más tarde Pau Bargalló logró el 0-2 de falta directa. Las cosas se pusieron de cara para los intereses azulgranas. El Liceo puso una marcha más para intentar recuperar terreno, pero se encontró con una muralla que tan solo pudo superar Di Benedetto en el 36’.
La emoción se instaló en la pista y en la grada. Los liceístas lo iuntentaban a la desesperada pero el físico ya no les respetaba y Sergi Fernández les desquiciaba una y otra vez con el espectáculo que tenía preparado para esta final.
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Los últimos segundos incluso Juan Copa jugó sin portero buscando una prórroga que no llegó. El Barça ya era campeón.