El Barça Lassa ha conocido este martes, como el resto de equipos, que la sede designada por el Comité Europeo (CERH) para la Final Four de la Liga Europa es Lisboa, concretamente, el Pavilhao Fidelidade, pista donde disputa habitualmente sus partidos el SL Benfica, con capacidad para unos 2.500 espectadores.
Una elección que ha gustado al vestuario azulgrana porque "garantiza un gran ambiente de hockey", destaca el técnico azulgrana, Ricard Muñoz, aunque hay algún que otro 'pero'. El más importante es que el Barça, defensor del título logrado el año pasado en Bassano, quedó emparejado en las semifinales con el anfitrión, el SL Benfica.
"Sabemos el apoyo que tendrá el Benfica, que jugando en casa aumenta todavía más su condición de favoritos. Habrá que hacer frente a muchos factores en contra pero pero sobre todo, un gran equipo plagado de figuras internacionales que se ha mostrado intratable tanto en Liga como en Champions. Será realmente duro pero intentaremos competir y frenar todas sus virtudes, explotando las nuestras, para intentar llegar a la final, que será un objetivo realmente difícil", concluyó Muñoz.
Y aunque coincide con su entrenador en que jugarán en una buena pista, Marc Gual, uno de los puntales de este Barça Lassa, asegura, tras vivir la experiencia de disputar una Final Four en casa en 2014, que "esperemos que jugar en su pista, ante su afición, pueda poner algo más de presión en todo el Benfica aunque tienen muy buenos jugadores. Nosotros lo sufrimos hace dos años y esperemos que les pase factura".
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La última visita del Barça al Benfica tuvo lugar el año pasado, en partido de la fase de grupos de la Champions. Y finalizó con triunfo azulgrana por 1-3, asegurándose así la primera plaza de grupo y la presencia en los cuartos de final de la competición.