El Barça se estrenó en la Liga Europea con un empate (1-1) en el Palau Blau Grana. El Benfica sorprendió a los blaugrana al mostrarse como un equipo sólido y equilibrado, bien organizado en defensa y rápido al contragolpe.
El Barça quiso imprimir un ritmo alto al partido pero tropezó con Guillem Trabal. El meta benfiquista realizó intervenciones de mucho mérito que evitaron los goles y propiciaron los contragolpes de su equipo.
Por suerte para los blaugrana, el meta Aitor Egurrola dio una buena réplica con paradas extraordinarias a Tiago y Diogo Rafael. El Benfica sólo pudo batir a Egurrola de penalti, cometido sobre Joao Rodrígues y transformado por él mismo. El gol ha dado tranquilidad a los portugueses que consiguieron llegar al descanso con esta ventaja mínima.
INSISTE EL BARÇA
Los hombres de Ricard Muñoz se volcaron de nuevo sobre la portería del Benfica por medio de las conducciones de Torra o el potente disparo exterior de Marín, pero la igualada llegó de penalti sobre este último. La pena máxima, lanzada y transformada por él mismo, ha dado nuevas energías al Barça.
El Barça buscó con insistencia el triunfo e incluso desaprovechó un segundo penalti que el árbitro hizo lanzar en dos ocasiones entre las protestas del Benfica. De nuevo Guillem Trabal resultaba un obstáculo insalvable.
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En los últimos segundos el Barça reclamó un nuevo penalti que pareció claro sobre Torra pero los árbitros no lo concedieron y el duelo finalizó con 1-1.