El FC Barcelona Lassa logró su cuarta victoria de 2017 y la primera fuera del Palau gracias a su triunfo con remontada incluida en la pista de un combativo ICG Software Lleida.
Fue un partido lleno de alternativas, de esos que hacen afición. El conjunto leridano, en clara progresión desde que cayó por 7-0 en el Palau en la primera vuelta, demostró que es posible plantar cara a cualquier rival por muy superior que sea.
Después de derrotar en el Palau al Porto en la Liga Europa (3-1), y al Liceo (2-1) y al Moritz Vendrell (5-0) en la OK Liga, el equipo azulgrana aprovechó los tropiezos del Liceo y el Reus Deportiu para confirmar aún más su primera posición en la tabla.
El Barça Lassa suma ahora 46 puntos y aventaja en nueve al Reus Deportiu. Con 36 se encuentra el CP Vic, que visita este domingo la pista del CP Voltregà, mientras que el Liceo queda muy descolgado con 33.
El equipo que dirige Ricard Muñoz se adelantó a los diez segundos de juego con un potente lanzamiento Pablo Álvarez, su mejor estilete. Y a los seis minutos, Matías Pascual amplió la renta azulgrana a la media vuelta.
Sin embargo, el ICG Software Lleida no estaba dispuesto a vender tan barata su derrota y empató en tres minutos justos. Joan Cañellas recortó distancias desde dentro del área y Andreu Tomàs desvió un lanzamiento de Borja López para firmar el 2-2 en el 9'.
Después de un comienzo tan movido, los ánimos se calmaron y los locales consiguieron mantener a raya a los azulgranas sin que apenas se registrasen ocasiones claras.
El Lleida pudo adelantarse a los tres minutos de la reanudación en una falta directa lanzada por Darío Giménez que desvió Aitor Egurrola. En esa tesitura, el propio Giménez se desquitó y situó el 3-2 en el marcador a falta de 16 minutos.
Se había complicado mucho el partido y ahí apareció Pablo Álvarez para dar la vuelta al electrónico con dos goles en 26 segundos, primero con una excelente acción técnica y después con el stick en alto empalmando la pelota en el aire.
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El Lleida acusó este 'mazazo' y recibió otros dos goles, obra de Pau Bargalló de falta directa en el 41' y de Lucas Ordóñez de 'cuchara' en el 43'. A dos minutos del final, recortó distancias Andreu Tomàs, lo que no evitó una gran victoria azulgrana ante un magnífico rival.