La cara de Jon Rahm apenas unos minutos de terminar su vuelta era todo un poema. Pocas veces se le había visto con el semblante tan serio y preocupado. Y es que la procesión iba por dentro, consciente de que sus opciones de seguir en el torneo penden de un hilo. Su vuelta de +7 y en Valderrama le dejó tocado.
“Ha salido todo mal, aunque quiero seguir en el torneo, obviamente”, decía tras preguntarle sobre sus opciones. “El margen de error prácticamente ya no lo tengo pero lo veo todavía factible, no puedo decirte otra cosa”, comentaba a SPORT.
Y es que Jon reconoció que el viento lo había puesto muy complicado, pero no quiso achacar su vuelta al Dios Eolo. “Con este viento no es nada fácil y lo dificulta todo y en un campo como éste, pero si a alguien hay que achacarle el mal resultado es solo a mi”, dijo el de Barrika.
"No tiré la vuelta"
A la hora de pensar en algo positivo a lo largo de la mañana, reconoció que “es bastante difícil, en caliente. No sé que decir. Me siento contento por no haber tirado la vuelta después de un resultado tan alto. Haber salvado dos o tres golpes pueden servirme al final para estar dentro del corte el viernes”, comentó.
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Una vuelta tan mala no la recuerda, aunque le vino a la memoria Olympia Fiels, en Chicago “donde hice un +5 y un +1, aunque en aquel torneo no había corte”, aseguró. “La verdad es que este resultado me sabe mal por mi, por mi juego, ya que es un campo que me gusta, pero hoy no me ha dado ni una”, sentenció el de Barrika.