Después de mucha rumorología en los últimos meses, opiniones encontradas y discusiones por ambas partes, finalmente ha estallado la guerra en el golf mundial y el control de los grandes circuitos profesionales.
Tras conocerse el interés de un buen grupo de jugadores del PGA Tour con la intención de participar en el millonario LIV Golf Invitational, del 9 al 11 de junio en el Centurion Golf Club, a las afueras de Londres, gestionado por capital saudí, el circuito profesional estadounidense, finalmente les ha denegado la participación. El torneo coincide con la disputa del RBC Canadian Open.
En un breve comunicado, aparecido en los principales medios estadounidenses, el PGA Tour anuncia a los jugadores ‘díscolos’ que no pueden tomar parte en el torneo londinense por el reglamento del circuito. “Hemos notificado a aquellos jugadores que han solicitado, que su petición ha sido rechazada de acuerdo con el Reglamento de Torneos del PGA Tour”, decía la nota.
Sin autorización del PGA Tour
“Por lo tanto, los miembros del Tour no están autorizados a participar en el evento de la Liga de Golf Saudí en Londres de acuerdo con nuestro reglamento. Como organización de miembros, creemos que esta decisión es en el mejor interés del PGA Tour y de sus jugadores”.
La decisión del PGA Tour deja en una situación complicada para algunos de los mejores jugadores del mundo que ya se han comprometido a jugar, como Phil Mickelson, Lee Westwood,. También han solicitado disputarlo los españoles Sergio García, Pablo Larrazábal, Adri Arnaus o los sudafricanos Branden Grace, Louis Oosthuizen, o Charl Schwartzel.
El torneo saudí contará con la presencia de 48 jugadores que competirán por una bolsa de 20 millones de dólares, en tres jornadas de competición, con un premio de cuatro millones para el ganador y 120.000 dólares para el último.
Greg Norman no desiste
La respuesta llegó de la mano del australiano, Greg Norman, director general de LIV Golf Investments y que está librando la batalla con el PGA Tour para conseguir su presencia en el circuito de capital saudí.
“Lamentablemente, el PGA Tour parece decidido a negar a los golfistas profesionales su derecho a jugar al golf, al menos que sea exclusivamente en un torneo del PGA Tour”,dijo.
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“No importa qué obstáculos nos ponga el PGA Tour, no nos detendrán y seguiremos dando opciones a los jugadores”, dijo el australiano. La guerra está abierta.