No fue, sin duda, el debut soñado. Javier Ballesteros (Pedreña, 1990) hizo su debut como profesional en el torneo Omega Dubai Desert Classic, gracias a una invitación de la organización. Y el joven jugador de 24 años no pudo empezar peor. Javier, que dio el paso a profesional hace apenas unas semanas, se convirtió en el ‘farolillo rojo’ del torneo tras la primera jornada al firmar 83 golpes (+11), a 19 golpes del primer clasificado, el austriaco Bernd Wiesberger.
Javier Ballesteros, que concluyó sus estudios de Derecho antes de dar el paso al profesionalismo, empieza una carrera en el golf, donde las comparaciones con su padre son inevitables. Aunque no le preocupa. “Llevar el apellido Ballesteros, más que una responsabilidad lo considero un orgullo”, dice el chaval, que tiene entre sus ídolos al norteamericano Ricky Fowler. Su terrible comienzo en Dubai solo es el principio de lo que le espera, ya que ser el hijo de Seve le convertirá en el foco mediático allí donde vaya y donde le permitan jugar ya que no cuenta con ninguna tarjeta de ningùn circuito. “Lo que hizo mi padre es extraordinario pero yo quiero ser yo mismo y jugar al golf”, dice simplemente.
Javier Ballesteros tuvo un primer mal día en Dubai aunque no fue el único. El castellonense Sergio García, con una vuelta de 75 golpes (+3), quedó relegado a las últimas posiciones y deberá realizar una gran segunda jornada para pasar el corte. Fue la nota negativa del contingente español en el Emirates Golf Club.
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Mejor le fueron las cosas a Jorge Campillo, el mejor español en el torneo, con una vuelta de 67 golpes (-5), en la decimotercera plaza. El barcelonés Pablo Larrazábal también tuvo un buen inicio, con 69 impactos (-3), y ocupa el puesto 30. El gerundense Jordi García Pinto, en su primer año en el Tour, debutó en el torneo con 70 golpes (-2).