Entre fichajes y cesiones, el Girona le ha abierto la puerta a 17 incorporaciones esta temporada. Contando el verano y el pasado mes de enero. Sin embargo, pocos discutirán que la mejor operación que cerraba la dirección deportiva era la renovación de Cristhian Stuani. Después de bajar, perder al delantero habría sido lo normal, teniendo en cuenta el sinfín de ofertas que tenía encima de la mesa y lo suculenta que era su cláusula. Pero el uruguayo decidió quedarse.
"Sigo aquí porque quiero y porque el club lo hizo posible. Estoy muy comprometido. Ahora mi reto es subir a Primera", despachó en la zona mixta del Fernando Torres, después de ser, una vez más, determinante. Hizo el gol de la victoria de su equipo en Fuenlabrada. El tanto que le hace llegar hasta los 60 con los catalanes en Liga, contando las dos temporadas y media que enlaza en Montilivi.
Un seguro de vida
Stuani es un tesoro para el Girona. Una mina de oro. Ha marcado 20 goles de los 33 que acumula el equipo este curso. En el anterior, 19 de 37. Y en su primer año como rojiblanco, 21 de 50. Una barbaridad. En Liga, contando su etapa en el club, ha anotado 60 de los últimos 120 tantos entre Primera y Segunda. Exactamente la mitad. Mucho se ha beneficiado el colectivo, sobre todo esta temporada. En las seis últimas veces que el conjunto de Pep Lluís Martí ha puntuado ha sido gracias a sus goles. A nada más.
NOTICIAS RELACIONADAS
En las victorias ante Fuenlabrada (2-0 y 0-1), Lugo (3-1) y Extremadura (3-1) ha visto portería, firmando dobletes e incluso un hat-trick. También marcó el definitivo 3-3 en Zaragoza y suyo fue el tanto en el empate ante el Oviedo (1-1). Una excelente noticia en Montilivi que, al mismo tiempo, destapa las carencias ofensivas de un grupo que depende demasiado del uruguayo.