Hay vida más allá de Cristhian Stuani. Por más imposible que parezca, el Girona ha aprendido a ganar sin él. Lo hizo este sábado, en una de las actuaciones más completas de la temporada. Ante una Ponferradina que no chutó entre los tres palos en todo el partido, el equipo consolidó su excelente momento de forma. Son 11 puntos de los últims 15 posibles, cinco jornadas sin perder. Suficiente para afianzarse en puestos de promoción e incluso presentar candidatura al ascenso directo, algo que parecía imposible hace apenas un mes.
Arrollador en el primer tiempo, el Girona no dio tregua a su rival, al que ahogó con una presión alta y rápidas transiciones. Sin su referencia en punta, los de Martí jugaron más por dentro forzando los errores del conjunto berciano, que pagó muy caros sus despistes. Son regaló el balón para Brandon, que remató después de que Trigueros no supiera rechazar el centro del balear para hacer el primero. El 2-0, antes del descanso, lo logró Borja tras un error garrafal del meta René, incapaz de atrapar un centro al segundo palo.
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Defendió el resultado el Girona en el segundo acto y un chut de falta de Ríos Reina que impacto en la parte superior del larguero fue el único aviso de los visitantes. En el tramo final, con Samu en el campo, no llegó el tercero de milagro. A Aday y Gallar no les acompañó la suerte, pero nada pudo impedir que los tres puntos se quedaran en casa.