El Girona cerró hasta cuatro operaciones el último día del mercado estival. Acordó las cesiones de Lozano y Bono al Cádiz y Sevilla, respectivamente. Además, anunció las dos últimas caras nuevas del verano: Oliván y Riesgo. Unos meses más tarde, el club vuelve a dejarse trabajo para el último día.
Ayer confirmó lo que ya se sabía, que Marc Gual no continuará en Montilivi pese a ser el segundo máximo goleador de la plantilla. Si el miércoles se despedía de sus compañeros, ayer se hizo oficial su marcha. Girona y Sevilla, su propietario, han cancelado la cesión y terminará el año en el Real Madrid Castilla. Sin Gual, queda una ficha libre en la plantilla y el club lo quiere aprovechar. Desde agosto que se arrastra la necesidad de fichar a un futbolista de contención. La dirección deportiva centrará sus esfuerzos en las últimas horas de mercado para lograrlo.
Tras escaparse las primeras opciones, con Sebastián Cristóforo prefiriendo el Eibar y Pol Llonch siendo etiquetado como intransferible por el Willem II, el Girona ha tenido que barajar otras alternativas. Casi imposible es Luis Milla, del Tenerife. Por su importancia y una cláusula que se eleva hasta los cinco millones de euros. Esta semana se ha tanteado el terreno. Incluso se hablaron de cifras, pero de momento la operación ha quedado en un segundo plano y solo se reactivará si, además de dinero, entra algún otro jugador en la negociación.
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Ahora mismo, el candidato número uno es Christian Rivera. El asturiano, de 22 años, pertenece a la UD Las Palmas, que le cedió al Leganés. Con apenas 7 partidos, vería con buenos ojos un cambio de aires. Le pretende el Girona pero también el Huesca, equipo con el que jugó la segunda vuelta de la temporada pasada.