No anda fino el Girona, que cierra su primera semana tras retomar la Liga con una leve mejora en su imagen, pero de nuevo sin ganar. Ni marcar. En Elche, derrota para poner el punto y final a nueve jornadas sumando. Pese a contar con buenas ocasiones para perforar la meta rival, fue el conjunto local en una de sus pocas llegadas el que consiguió mover el marcador. Un resultado peligroso para el conjunto de Pep Lluís Martí, que puede quedar apeado esta semana de la promoción de ascenso.
Con Granell y Rivera como únicas novedades en el once respecto al estropicio del martes ante el Racing, lo cierto es que se vio a un Girona más ambicioso, que fue de menos a más hasta cerrar a su rival en el área, pero que encajó en un mal momento y de la peor manera posible. En el inicio del segundo acto, y tras un córner a favor, Josan armó el contragolpe. Pudo con cuatro, sobre todo con un Johan Mojica que no tuvo el día. Cedió para la entrada de Escriche, que superó la salida en falso de Riesgo.
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Desde aquel momento, asedio de los de Martí, que gozaron de buenas y numerosas oportunidades para igualar e incluso dar la vuelta al electrónico. No hubo suerte, ni puntería. Stuani lanzó fuera o se topó con un acertado Badía, mientras que Gumbau hizo temblar el larguero. Apareció también Zeballos, que debutó con una amarilla y una buena asistencia que nadie pudo aprovechar. El tiempo se agotó para una nueva desilusión.