Justo en el mejor momento ha ido el Girona de Francisco a dar con la fórmula del éxito. Llega en plena forma el equipo al tramo final de temporada, dispuesto a confirmar cuanto antes su presencia en un play-off que se antojaba casi imposible hace apenas unas semanas. Su racha es para enmarcar. Y mejor que puede ser si el lunes gana un duelo entre gallitos en Montilivi.
Recibe al Sporting con doble recompensa. En caso de victoria, afianzará su candidatura en la promoción, con incluso opciones de ser cuarto depende de lo que haga el Leganés. Además, ganará su quinto partido seguido. Algo que parece fácil, pero que para nada lo es. El equipo, desde que en 2008 daba el salto al llamado fútbol profesional, solamente lo ha conseguido una vez. Y de eso hace ya una década.
El precedente en cuestión tiene fecha en la temporada 2010/11. Con Raúl Agné en el banquillo, se cerraba la jornada 27 con un meritorio quinto puesto tras despachar al Granada (2-0) en un Montilivi lleno hasta la bandera.
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Era la quinta seguida. Antes, habían caído el Nàstic (2-1), Huesca (0-1), Alcorcón (3-1) y Villarreal B (0-1). Desde entonces, el Girona no lo ha podido repetir. Ni en el curso del histórico ascenso a Primera, cuando sí logró enlazar cuatro victorias y lo hizo en tres ocasiones. Pero cinco, de ninguna manera. Este lunes, nueva oportunidad para lograrlo.