Punto de mérito del Girona en el Benito Villamarín
El cuadro de Míchel logró neutralizar el tanto inicial de Bartra con una buena segunda mitad que invita al optimismo
El Girona solo pudo sumar un punto en el Benito Villamarín... pero sabe bien. Después de una dura pretemporada, el cuadro 'gironí' demostró que tiene mimbres como para soñar con una buena temporada. Faltan fichajes (que llegarán), pero el equipo mostró carácter y una segunda mitad más que buena donde los suplentes revolucionaron el partido para acabar empatándolo. Al final, el duelo pudo caer para cualquier lado. Misehouy, debutando con gol, Bryan Gil y Almena, los más destacados en el partido.
Bartra ponía el asunto muy difícil
La cosa no pintaba demasiado bien cuando Bartra se elevaba más que nadie en el primer palo y batía a Gazzaniga en la primera jugada ofensiva del partido. Lo bueno, quedaba todo el partido. Lo malo, que se despertaban los fantasmas de la dura pretemporada. No respondió mal el Girona, eso sí, a ese tanto del Betis. Sin todavía tener la finura en el juego ni ese importante último pase, pero el cuadro de Míchel fue ganando consistencia en el partido.
Ocasiones, muy pocas para el Girona más allá de lo que pudiera proponer Bryan Gil, el más activo, de largo, de los 'gironins' en la primera mitad. Sin embargo, la oportunidad más importante iba a venir de la parte bética, con un error de Arnau Martínez en salida de balón que Gazzaniga logró controlar.
Míchel intentaba decir la suya desde la banda, también con la pausa de hidratación. Quería más chispa, más velocidad tanto con balón como sin balón... El Betis tampoco demostraba ser un equipo demasiado fiable atrás. El partido estaba totalmente abierto, porque así lo querían los dos equipos, más preocupados por atacar que por defender.
Un Girona mejorado
En la reanudación, el duelo poco tuvo que ver. Subió las revoluciones el cuadro 'gironí' en busca de la reacción y, comandados por un insistente Bryan Gil, el equipo mejoró. Abel Ruiz, con un disparo al palo, alertaba al Betis de los aires de remontada. También tenía las suyas el conjunto de Pellegrini, pero más por demérito del Girona que por buen hacer bético.
Con el partido cogiendo tintes de volverse loco, Míchel introdujo cambios. Almena y Misehouy salieron a la palestra y entre los dos fabricaron el empate. El canterano bailó a Perraud y el neerlandés solo tuvo que empujarla. A partir de ahí, partido totalmente loco. El Chimy Ávila estrelló una volea a la cruceta, Stuani pudo hacer el 1-2 y Misehouy, otra vez, aprovechando un gran centro de Miguel a punto estuvo también de ver portería. Al final, Míchel introdujo a Krejci para sellar un punto que, vista la primera mitad y de la pretemporada que venía el equipo, sabe más a gloria.
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