Han pasado poco más de tres semanas, pero el Girona es otro desde la épica victoria en el RCDE Stadium. Y eso que allí se fue con nueve bajas. Ahora casi todos los futbolistas del primer equipo están disponibles. Haber cortado la sangría de expulsiones y recuperar la mayoría de los lesionados ha sido clave, aunque hoy los gerundenses siguen siendo el equipo con más rojas (8) en Segunda.
El Girona llegó al derbi con nueve bajas del primer equipo, Juanpe, Valery, Ramalho, Aday, Bustos, Stuani, Sylla, Muric y Kebe. El central y el delantero fueron las dos últimas expulsiones del conjunto gerundense en la derrota ante el Mallorca, que antes ya había sido castigado por las tarjetas rojas de Bernardo con el Las Palmas (1-1), Monchu, Ramalho y Cristóforo en Almería (0-0), Luna en Lugo (3-0) y Franquesa en El Molinón (2-0). Un total de ocho expulsiones en 11 jornadas que representaban una cifra récord para el club y más dolores de cabeza para Francisco. En Cornellà necesitó la ayuda de hasta seis chavales del filial: Monjonell, Terrats, Pablo Víctor, Turmo, Pachón y Suleiman.
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Seis jornadas ya lleva Girona sin expulsados ni sancionados. Y con la recuperación de Stuani y Bustos pone casi todo el potencial en el césped. En el último partido contra el Logroñés, el Girona anunció que Aday estaba en la recta final aunque cayó de última hora Muric. Kébé fue el único del filial.