Se acerca el momento de la verdad y el Girona, una temporada más, está al pie del cañón luchando por el ascenso. Se conseguirá o no, pero la realidad es que el equipo se ha plantado a falta de cuatro jornadas para el final en una posición privilegiada para obtener uno de los preciados billetes para el play-off.
La victoria en Alcorcón ha permitido los gerundenses mantener la ventaja de 4 puntos respecto al séptimo, Ponferradina, antes de recibir al Tenerife el lunes en Montilivi (21:00). Un partido que puede definir la trascendencia de los otros tres que restarán. Un triunfo encarrilaría todavía más la promoción mientras que un empate o una derrota, dependiendo de lo que hagan los perseguidores, añadiría emoción al tramo final de liga.
Sea como fuere, vienen curvas y la afición está preparada. Tanto es así, que la Federación de Peñas ha puesto manos a la obra para empezar a hacer rescoldo y animar todavía más la afición de cara a estos partidos decisivos que vienen. Así, las peñas han organizado un desplazamiento a Burgos para apoyar al equipo. "Dependiendo de qué pase, el play-off se puede decidir en Burgos y queremos estar para animar al equipo", asegura Cristóbal Sánchez, presidente de la federación.
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Los disgustos de las dos últimas temporadas, tres con el descenso, no asustan al portavoz de las peñas, que confía que la tercera sea la buena después de los intentos fallados consecutivamente contra Elche y Rayo. "A ver si este año, quizás sin ser tan favoritos, nos toca. Tenemos la ilusión, pero la experiencia y la prudencia nos hace tener los pies en el suelo", dice.