Las alarmas se encendieron pronto en Montilivi, tras ver que el Girona de Míchel no terminaba de arrancar y perdía fuelle hasta incrustarse en los siempre peligrosos puestos de descenso. Tocó fondo el equipo hace justo un mes, tras perder ante el Huesca en casa (1-3) y encadenar tres derrotas por segunda vez en una misma temporada. A mediados de octubre, las dudas estaban en el primer plano y la reacción era tan necesaria como obligatoria. Ha despertado y de qué manera el equipo, con unos números que invitan al optimismo, al unísono con una imagen que convence.
En el último mes de competición, el calendario se ha condensado y el Girona ha disputado seis partidos. Ha perdido solamente uno, en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife (2-1), donde se presentó con un sinfín de bajas. Se marchaba de vacío, pero sin merecerlo. En este mismo periodo de tiempo, ha conseguido hasta cuatro victorias: Mirandés (1-2), Fuenlabrada (1-2), Alcorcón (3-1) y Cartagena (2-0). Se le añade un empate (1-1). En total, son 13 puntos de los últimos 18, el segundo mejor balance de la categoría. Solamente superado por el Almería, que vive en un mundo aparte, y que en estas mismas seis jornadas ha conseguido el pleno: 18 de 18.
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Coincide este buen momento con el despertar de Cristhian Stuani. El uruguayo ha marcado seis tantos en las últimas seis jornadas y ya es uno de los máximos artilleros de la Liga. Además, el equipo ha igualado el average, negativo durante muchas jornadas. Ahora lleva 18 tantos a favor y los mismos en contra. A todo ello, se le une que el meta Juan Carlos dejó de nuevo su portería a cero tras dos meses sin conseguirlo.