El entrenador del Girona, Míchel Sánchez, aseguró este sábado, tras el triunfo contra el Sevilla (2-1), que su equipo está "en el buen camino, pero queda mucho por trabajar" y subrayó que "hay que ir poco a poco, con los pies en suelo".
En la rueda de prensa posterior al encuentro, el entrenador madrileño se mostró "súper feliz por el rendimiento del equipo" y destacó que sus futbolistas completaron "un partidazo" y chutaron 19 veces, 12 a puerta".
Añadió que el triunfo fue "muy justo" y da "un poco de tranquilidad", ya que el conjunto catalán se situó con una ventaja provisional de seis puntos sobre el descenso.
Míchel señaló que el Girona fue "muy agresivo en la presión" y fue "protagonista ante un equipo que juega bien y está hecho para estar mucho más arriba". Sus jugadores, dijo, hicieron "un trabajo maravilloso" y no se vinieron abajo tras el gol del Sevilla.
Asimismo, argumentó que tiene "la ilusión y la seguridad" de que el Girona "puede competir contra cualquiera", aunque reconoció que se debe "seguir mejorando" porque la escuadra sigue encajando goles con demasiada facilidad.
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Por último, desveló que la lesión que sufrió el central David López, una rotura muscular, tiene "mala pinta". Una lesión que, de confirmarse, será "una baja importante", lamentó Míchel.