Àlex Granell presentó ayer la tercera edición de su campus de fútbol, un evento que se celebrará del 28 de junio al 4 de julio en Soccerland Catalunya de Tordera, instalaciones con 14 campos de césped natural muy solicitadas por clubes nacionales e internacionales. Un "campus diferente", como explicaba el futbolista, que volverá a convivir con los participantes, con los que compartirá todo tipo de experiencias. Aprovechó su presencia el capitán para valorar el buen momento que vive el equipo, quinto en la clasificación, consolidado en puestos de play-off y con ganas de seguir mirando hacia arriba.
"Se ve un Girona más valiente, con más energía. Que aprieta y desprende cosas positivas. Si a ello le sumas que se ha conseguido una mayor comunión del grupo, esto hace que ahora se pueda ver al mejor Girona de la temporada", dijo.
Tenerife como punto de inflexión
Explicaba Granell que los integrantes de la plantilla "nos dimos cuenta" de que "había tiempo para una reacción", situando el punto de inflexión tras la derrota en el campo del Tenerife, hasta la fecha la última que ha encajado el equipo de Pep Lluís Martí, ahora hace más de un mes. "Se nos despertó una rabia interna", recordaba, añadiendo que tras "unos 60 minutos buenos ante el Oviedo" el verdadero "golpe encima de la mesa" se dio en Fuenlabrada.
"Nos dimos cuenta de que teníamos que olvidar el talento y centrarnos en competir como lo hacen los otros equipos. Así nos hemos ido sintiendo cada vez más fuertes y poderosos para jugar con la exigencia de la Segunda División. Quizá se nos había olvidado al pasar por Primera".
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Por otro lado, el equipo se entrenó por la mañana y lo hizo con la novedad de Ignasi Miquel, que deja atrás la lesión que sufrió en Fuenlabrada hace pocas semanas