¿Se le puede pedir más a van de Beek?

Sorprendió una barbaridad que Donny van de Beek figurara en el primer once de la historia del Girona en la Champions League. Era, eso sí, uno de los pocos futbolistas de plantilla que gozaban de experiencia en la competición, pero su discreta participación en el equipo (9' vs Osasuna y 21' vs Barça) había dejado claro que su rol sería más bien secundario.

No importaba su 'caché', ya que venía al Girona después de vivir los años más difíciles de su carrera - ostracismo en Old Trafford y cesiones a Everton y Eintracht -. Su fútbol era - es - una delicia, pero llegaba bastante 'castigado' por los problemas físicos. Como no jugaba apenas, se lesionaba con facilidad. El camino no iba a ser de rosas precisamente, pero las oportunidades iban a llegar tarde o temprano.

LE COSTÓ ARRANCAR

Tardó algo más de la cuenta en debutar durante la pretemporada. Sufría una pequeña molestia muscular y el club no iba a correr riesgos con él, se estrenó ante el Espanyol (0-0) y, en el quinto compromiso amistoso frente al Nápoles marcó su primer gol con la camiseta 'blanc-i-vermella', tras un robo de balón en la misma área.

Y su estreno oficial, también se haría de rogar: sin minutos en el Villamarín ni en el Metropolitano. ¿El motivo? Decisión del cuerpo técnico. Así lo pudo confirmar SPORT con el entorno del futbolista, que ya estaba 100% recuperado del cuadro vírico que había sufrido días atrás. Necesitaba trabajar duro, adaptarse a un nuevo país y ganarse a Míchel.

Quedaba claro, pues, que por ahora su rol sería secundario. Desafortunadamente había perdido muchas sensaciones por el camino y necesitaba sumar minutos para ganar en físico y confianza. Su traspaso, por cierto, fue tan barato porque Donny tenía muchísimo que demostrar. Y así el club no se 'pillaba los dedos'.

PRUEBA DE FUEGO EN PARÍS

Se estrenó, al fin, en Montilivi ante Osasuna, con el marcador muy a favor (3-0). Ingresó en el 81’ y en tan poco tiempo ya demostró su talento: buen desmarque a la espalda para ‘regalarle’ el gol a Stuani. Lo que se llama 'llegar y besar el santo' y abrirse puertas de cara al futuro.

Su puesta de escena, la hora de la verdad llegaría en París. Míchel presentó un once con alguna que otra modificación, como la merecida y prometida titularidad a Stuani, el regreso de Arnau y los estrenos de Krejci y el propio Donny. De enganche, de '10' por delante de Iván y Oriol y justo por detrás del uruguayo.

"Es multifuncional, aunque es más bien un '8', un 'corredor', afirmaba Ruben Jongkind a SPORT, Jefe de Desarrollo de Talentos de la Academia del Ajax (2013-2015). Y en el Parque de los Príncipes actuaría de mediapunta, donde realizaría un trabajo sin balón inconmensurable.

GRAN TRABAJO SIN BALÓN

En la presión en la salida del balón del PSG, Iván y él lideraban el bloque defensivo, alto y con la línea defensiva plantada en el centro del campo. No escatimó en esfuerzos, por ello, dio la sensación de que 'estaba pero no estaba', o que con balón estuvo poco participativo. Estuvo 58 minutos sobre el césped, ya que fue - junto a Stuani - el primero de los cambios, seguramente, por cansacio físico. Tocó 20 veces el balón y completó 7/11 pases (64%), perdió cinco balones, bloqueó un disparo, ganó dos de cuatro duelos y fue regateado una vez.

Dejó, eso sí, una jugada interesante en la esquina izquierda, sacando con mucha calidad un balón de una baldosa, que a punto estuvo de llegarle en su desmarque a la espalda de la zaga parisina. En la derrota en Mestalla, sustituyó a Solís en el 79', pero apenas tuvo incidencia en ese 'ratito'. Ahora bien, ¿se le puede pedir más? Sí y no. Sí, porque tiene calidad y bagaje para remontar y ser el que un día fue. Y no, porque, realmente, van de Beek no es ya el van de Beek del Ajax.

Lo cierto es que está teniendo problemas para adaptarse en el Girona, así lo pudo confirmar SPORT con el entorno del neerlandés. Por cuestiones físicas, como era de esperar, pero también tácticas. Sí que es verdad que el estilo de juego del equipo se adapta a su perfil como futbolista, aunque es lógico que tendría que empaparse de la idea de Míchel.

El miércoles ante el Rayo está ante una nueva oportunidad y tendría papeletas para volver a partir en el once titular, aunque, como mínimo, se espera que disponga de minutos para seguir con su particular proceso y recuperar sensaciones.