Prueba de fuego para despejar las dudas del Girona

El empate del pasado sábado a última hora ante el Cádiz salvó un punto para el Girona (1-1) y, de rebote, evitó que el equipo encadenara la cuarta derrota. Pero con un punto de 12 posibles, los gerundensese ha ido reculando en la clasificación hasta quedarse al borde de la zona roja. 

Estamos a principios de temporada y queda un mundo -parada por el Mundial incluida- por delante, pero el mal menor del empate ante el Cádiz añadió presión a un Girona que hoy visita al Almería consciente de que un paso en falso le haría caer, con mucha probabilidad, en posiciones de descenso.  

Dejar la portería a cero, llegar con peligro al área rival y acabar la jugada con disparo o detener los intentos rápidos de contragolpe del Almería son algunos de los objetivos que se ha marcado el Girona para regresar del Power Horse -el nuevo nombre de los Juegos del Mediterráneo de toda la vida- con algo positivo. 

Míchel quiere que el equipo vuelva a tener “alma” como el pasado sábado cuando fue capaz de reponerse de situaciones contrarias para acabar rescatando un punto sin apenas saber cómo. 

El técnico de Vallecas, que mantiene las bajas de Kébé, Borja García y Reinier y, además, se queda sin Juanpe por un problema en el pie, no aclaró si hará jugar a Stuani de entrada junto a Castellanos, pero sí que la proximidad del partido del fin de semana ante Osasuna podría hacer que hubiera alguna rotación en el once.

Con David López disponible habrá que ver si Míchel mantiene a Bernardo o da la alternativa al catalán.

Su rival, el Almería, que también subió el curso pasado y ha pedido a un puntal como Sadiq, se ha reforzado con jugadores de calidad que, bajo la batuta de Rubi, también luchan por escapar de los puestos peligrosos de la tabla.

Para hoy, Rubi recupera Embarba tras cumplir sanción. Nieto y Martos, lesionados, son las bajas de un equipo dinámico y algo anárquico que no acaba de encontrar el tono en su regreso a Primera.