Las valoraciones no llegarán hasta que se termine la temporada. Será entonces el momento de pasar revista, de ver si se han cumplido o no con los objetivos y se han hecho los deberes.
Por ahora, sin embargo, la trayectoria del Girona es de lo más positiva. Para ver el vaso medio lleno, aunque falten muchas jornadas por delante. Sobre todo, si se compara el actual rendimiento con el de los dos últimos años, también en Segunda. Cursos en los que se alcanzó el playoff de ascenso a la máxima categoría.
Pasados los primeros 26 partidos de Liga, el equipo entrenado por Míchel Sánchez atesora 41 puntos. Ya son 4 más de los que sumaba un año atrás, entonces con Francisco Rodríguez en el banquillo y superadas también las primeras 26 jornadas de ese campeonato.
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Entonces, el Girona tenía 37 puntos y navegaba octavo en la clasificación, fuera de los puestos de promoción. Sí que estaba entre los seis primeros el curso 19/20, con Pep Lluís Martí dirigiendo la nave, y los mismos partidos, pero el botín era menor por aquel entonces: 38 puntos. Tres menos.