La victoria del pasado domingo en Leganés ha dado aire a un Girona que había perdido los dos primeros partidos contra Sporting (2-0) y Fuenlabrada (0-1). Los tres puntos sirvieron además para reforzar el trabajo hecho hasta ahora por Francisco Rodríguez. El técnico, en una entrevista al ‘Diari de Girona’, reconoce que “aunque no hubiera prisas, era necesario ganar porque tres derrotas hubieran sido peligrosas”.
El andaluz cuenta que después de la derrota contra el Fuenlabrada lo pasó “mal” sobre todo viendo que sólo quedaba un día de mercado y no habían llegado las piezas que le faltaban. Estaba tan nervioso que se pasó aquel lunes en las oficinas de Montilivi trabajando “codo a codo” con Quique Cárcel. “Para mí ha quedado la mejor plantilla de la categoría. Están los jugadores que han querido quedarse y los que han querido venir”, dijo. En ese sentido, Francisco considera que al final “todos juntos conseguimos cerrar 4 fichajes y tener una plantilla compensada”.
Francisco habla de presente y del pasado, pero rehuye hacerlo del futuro. “No podemos engañarnos. No podemos marcarnos un objetivo a largo plazo. Equipos como Leganés, Espanyol o Almería estan en otro nivel. Eso sí, somos capaces de ganar a cualquiera”. El objetivo que se fija Francisco es, ante todo, conjuntar las piezas y “hacer un buen equipo”. La próxima estación es este domingo en Montilivi contra el Oviedo, en un partido dónde podrá disponer de Muric, Ramalho y estará pendiente de si Stuani se recupera y si Bustos tiene los papeles en regla.
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El andaluz confiesa en la entrevista que entiende la decisión de Granell de cerrar su etapa y desvela que él tampoco lo tuvo claro. “Después del varapalo contra Elche, tuve dos días de dudas”, admitió.