Un rosario de lesiones dejó a Jordi Calavera en el dique seco la pasada temporada. Jugó un par de partidos, nada más. Algo difícil de digerir para un futbolista. Ya recuperado, afronta con la máxima “ilusión” este nuevo curso, en el que llega a Girona cedido por el Eibar. Este martes fue presentado y dejó claro que “no pienso desaprovechar esta oportunidad”.
Habló, sobre todo, de las aspiraciones de su nuevo equipo y se mostró convencido de que los de Unzué son candidatos al ascenso. “Hay equipo de sobra para subir y nos lo tenemos que tomar así. Somos el rival a batir de la categoría. La plantilla es muy fuerte y todos nos querrán ganar”, dijo. Es más, afirmó que en el vestuario no hay “presión” y evitó hablar de dudas o crisis tras no ganar ninguno de los dos primeros partidos del curso. “Veo bien al equipo, lo importante es terminar bien”. Sobre su situación personal, tras un año en blanco, explicó que “vengo de un curso en el que apenas he levantado cabeza. Tengo la ilusión de ser el Jordi de antes”.
Cárcel le avala
De él habló el director deportivo Quique Cárcel. “Es un futbolista muy completo y reúne todas las características que tiene que tener un carrilero. Viene de un año que no ha sido fácil pero tiene ganas de ser importante otra vez”. Añadió que “nos dará mucha competencia” y destacó su “polivalencia”, lo que le permitiría, si se requiere, jugar en la izquierda. En este sentido, el Girona cuenta ya con Mojica y Aday, aunque sigue peinando el marcado “por si sale alguna oportunidad que nos dé seguridad” porque ambos vienen de superar dos largas lesiones.
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En otro orden de las cosas, el club le está a punto de encontrar una salida al ‘Choco’ Lozano. El delantero, con contrato hasta el 2022, interesa al Cádiz y al Málaga.