Santi Bueno no faltará este lunes a la cita en el Spotify Camp Nou tras haberse perdido el partido de la primera vuelta en Montilivi por sanción. Un encuentro de lo más especial para el de Montevideo, que se enfrentará al club que le abrió las puertas de Europa con solo 18 años.
Eso sí, la confianza no la encontró en Barcelona, sino en Girona. Y es que ha sido en Montilivi donde Bueno ha encontrado el contexto ideal para crecer enormemente hasta consolidarse como un central de Primera División y llegar a la internacionalidad absoluta con Uruguay.
La etapa barcelonista de Santi Bueno duró apenas un año, desde febrero de 2017 procedente de Peñarol hasta enero de 2018, cuando fue cedido al Peralada, entonces filial del Girona. Dos medias temporadas sin protagonismo entre el juvenil y el filial azulgrana de Gerard López. “Vino muy joven, directamente de Uruguay y quizás lo veía verde. No le di toda la confianza que seguramente tendría que haberle dado viendo la progresión que ha seguido. Tengo una espina clavada por no haberlo hecho”, reconoce Gerard.
Con Gerard en el Barça B, Bueno se pasó dos medias temporadas en blanco antes de aceptar ser cedido al Peralada, a la antigua Segunda B. Allí, con Chicho Pelach en el banquillo, empezó a cambiar su suerte. Una campaña y media a préstamo a un notable rendimiento hicieron que en 2019 el Girona se lanzara a por su fichaje ante la indiferencia del Barça, que no puso ningún impedimento y lo soltó libre.
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Este lunes, Bueno tendrá la oportunidad, por primera vez, de verse las caras con el Barça. ¿Cuentas pendientes? Seguramente no, pero ganas de demostrar que se merecía más oportunidades, sí. “Ojalá pueda jugar el lunes en el Camp Nou. Sería un premio para él, poderlo hacer por su pasado azulgrana”, desea el exjugador del Barça y del Girona, entre otros.