El 'bache' en Girona: "Es un problema grave..."

Con transparencia y realismo. Así afrontó Míchel el mal trago que está pasando el Girona: "Hacía mucho tiempo que no perdíamos tres partidos y las cosas pasan por algo”, afirmó en la previa del Girona-Rayo Vallecano. Y admitió, a su vez, que las cosas han cambiado y que ya no son el equipo del año pasado.

Suele decirse que cuando las expectativas son demasiado altas, la caída es más dolorosa. En ningún momento, eso sí, quiso Míchel ilusionar en exceso a una afición con la euforia por la nubes, tras el pedazo de año que se marcó su equipo la temporada pasada. El Girona le compitió de tú a tú a Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, se hartó de batir récords, ganó ambos derbis y se clasificó por primera vez en la Champions League.

Todo eso ya es agua pasada. La plantilla no es la misma - muchas altas y bajas - y las competiciones en juego ya no son dos, sino tres. Inconscientemente, la presión de la Champions está patente y puede pasar factura. Véase si no como en Mestalla, incluso con rotaciones, el equipo no pudo sacar adelante el partido.

TRES DERROTAS EN UNA SEMANA

Por suerte para el Girona, Montilivi llega en el mejor momento posible. El calor y ánimo de la afición ya fue clave para que el equipo remontara el vuelo en el tramo final del curso pasado, cuando tanto le costaba puntuar fuera de casa. Y Míchel sabe que regresar a la zona de confort vendrá de maravilla a su plantilla: “Necesitamos crecimiento junto a nuestra gente, porque con ellos somos más fuertes y en casa queremos ser sólidos para coger seguridad en nuestro juego”.

El planteamiento en el derbi no salió bien y el Barça fue claramente superior; y lo que pasó en Mestalla puso al club en alerta. Claro está, que el estreno en Champions ante el PSG 'no cuenta', porque el equipo dio la cara, resistió como nunca y tuvo mala suerte en los minutos finales. Ahora bien, ¿qué está fallando en este Girona?

“El principal problema que le he visto al equipo es con el balón y eso es un problema grave porque nos hacen daño en las pérdidas”. Cortita y al pie. Al Girona le está costando una barbaridad generar peligro con balón, siendo extremadamente inofensivo y predecible ante sus rivales.

SIN RITMO, VERTICALIDAD NI CREATIVIDAD EN MESTALLA

Sin ir más lejos, la creatividad en el juego fue nula en Mestalla. Cuando más necesitada estaba la plantilla, la segunda unidad no estuvo a la altura. Las rotaciones no funcionaron y debilitaron al engranaje de Míchel. Faltó ritmo con balón, verticalidad y profundiad, movimientos de los futbolistas sin balón... y faltó un perfil de jugador creativo, 'jugón'. Y es que la (obligada) ausencia de Iván Martín se notó en exceso.

“Les he dicho a los jugadores que es importante ofrecer situaciones de apoyo cuando un compañero tiene la pelota y ser capaces de mirar hacia arriba jugando más alto. Esta máquina tiene que funcionar ya”, añadió.

No era para nada un misterio que Oriol Romeu ni Jhon Solís son centrocampistas creativos. No son 'pasadores' ni organizadores, sino más bien destructores o posicionales. Y tampoco tienen llegada al área. El '10' era Abel Ruiz, pero no logró enlazar entre los pivotes y el punta - Miovski -. Y el macedonio, que volvía a disponer de una oportunidad para reinvindicarse, estuvo ausente: no disparó ni una vez a portería - fue bloqueado -.

Los extremos, Danjuma y Asprilla, tampoco aprovecharon demasiado sus minutos. El neerlandés estuvo desaparecido y desconectado, se metió en demasiados e innecesarios fueras de juego, dio toques excesivos con el balón, perdió otros tantos balones... mientras que el 'cafetero' no desistió y fue si no el que más, uno de los futbolistas más activos e incisivos del Girona.

La enfermería está vacía - Portu volverá a estar disponible - y parece ser que Míchel volverá a tirar de sus hombres de confianza, de los Iván Martín, Tsygankov, Bryan y compañía. El calendario no da tregua, dado que el domingo visitan Balaídos, pero por ahora el técnico madrileño es consciente de que debe apostar por la fiabilidad y el rendimiento inmediato sobre el césped.