Las drásticas reducciones de presupuesto que ha sufrido el Girona a raíz de la doble decepción de no subir a Primera, primero contra el Elche, hace dos años, y el curso pasado contra el Rayo, han hecho que en Montilivi hayan pasado a mejor época las súper plantillas hechas a base de nombres contrastados.
El no ascenso ha dado en una época de austeridad en fichajes pero que, de rebote, ha permitido a los entrenadores mirar más al filial. Y es así como se ha visto brotar y crecer jugadores con mucho peso ya en el primer equipo como Terrats, Kebé y, sobre todo, Arnau Martínez.
El defensa de Premià de Dalt, de solo 18 años, es sin duda el activo más poderoso del Girona que ayer, finalmente, hizo pública su renovación hasta el 2025. Arnau acababa contrato el 30 de junio y había recibido el interés de clubes de la Liga y también del extranjero para incorporarse pero el Girona lo ha ligado por tres temporadas más.
El maresmenc, pues, ve actualizado su contrato en base al rendimiento y pasará a tener ficha profesional a partir de la campaña que viene. Además, lo blinda con una cláusula de 5 millones si el Girona juega en Segunda y de 10 millones, en Primera.
salió de la masía
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Formado en el plantel del FC Barcelona, Arnau llegó al Girona el 2018, con 15 años, procedente del Hospitalet. Instalado a la residencia para jóvenes valores de las Hortes, del cadete pasó al Juvenil B y el diciembre del año pasado Francisco lo hizo debutar con el primer equipo. Desde entonces nadie lo saca del once.