Primer esprint y primera caída en el Giro, en la locura de las llegadas donde muchas veces no irse al suelo es un puro milagro. La ronda italiana tiene la sana costumbre de presentar a sus jóvenes valores velocistas en la carrera rosa. Y este 2023 no ha sido la excepción. El protagonismo lo ha tomado Jonathan Milan, presentado en la sociedad italiana con 22 años, un pasado magnífico en la pista y unos pocos 194 centímetros de altura para ver fácilmente a los rivales en las ‘volatas’ sin tener que levantar la cabeza.
Milan, enrolado en el Bahrein que Mikel Landa y Pello Bilbao liderarán en el Tour, tiene la intención de dar que hablar en esta naciente carrera italiana.
Poca historia tuvo la tradicional etapa llana de fuga consentida y capturada a no ser la caída que rompió en dos al pelotón 700 metros antes de que los ciclistas entraran en los tres kilómetros de protección donde si hay un accidente no cuenta en tiempos y todos llegan con el que marque el ganador de la etapa. Entre otros, el veterano, famoso y premiado Mark Cavendish, estuvo entre los afectados.
Muy poderoso se mostró Milan en la llegada donde batió con una fuerza descomunal a sus contrincantes y lo festejó a lo grande, porque para cualquier ciclista italiano ganar una etapa en el Giro es toda una gesta.
Milan posee un buen palmarés en la pista con un oro olímpico en Tokio, otro oro en mundiales y tres medallas más de idéntico metal en campeonatos europeos. Y si repite este poderío en una segunda oportunidad, el Giro 2023 ya tendrá una estrella para las llegadas masivas que siendo italiano hará muy felices a los ‘tifosi’.
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Remco Evenepoel salvó sin problemas aparentes la primera jornada vestido con el jersey rosa y protegido por sus compañeros. Este martes se disputa una etapa mucho más complicada y algunas cuestas en la parte final, con 216 kilómetros (otra circunstancia que diferencia al Giro del Tour y la Vuelta, que acortan kilometraje, es que coloca hasta siete etapas con más de 200 en el recorrido).