No era uno de los favoritos. Ni siquiera estaba en las listas de aspirantes a dar la sorpresa pero Jai Hindley esperó agazapado su oportunidad y dio la campanada en la penúltima jornada, en una Marmolada que condenó al gran favorito, Richard Carapaz.
Un golpe del destino que le devolvió lo que le había quitado en 2020. Por aquel entonces, era el australiano el que llegaba a la penúltima etapa con la maglia rosa y la crono final le privó del éxito en favor de Tao Geoghegan. En 2022, los Dolomitas decidieron y ahí Hindley desplegó todas sus cartas de gran escalador para hacerse con la corona italiana, la primera que se lleva un ciclista ‘aussie’.
Todo un hito para Australia y para el propio Jai, que a sus 26 años cuenta con una historia de luces y sombras. Esa derrota en el Giro de 2020 marcado por la covid, dio paso a un 2021 más bien gris para el ciclista de Perth. Con muy pocas carreras en su calendario particular, su temporada acabó de la peor manera, con una fractura de clavícula mientras disputaba el Tour de Eslovaquia. Antes había abandonado también en La Volta a Catalunya, el Tour de los Alpes y el Giro de Italia.
En esta edición de la ronda italiana, el Bora-Hansgrohe apostó por él y lo mantuvo resguardado. Y la estrategia fue buena, con victoria incluida en la dura etapa del Blockhaus.
De carácter simpático aunque comedido, apenas alzó los brazos en señal de victoria el domingo, el australiano, que se formó como ciclista en los Apeninos y debutó con un equipo de Taiwan antes de dar el salto al Sunweb, es un gran aficionado a los videojuegos y también al fútbol. Incluso visita Montilivi para seguir al Girona durante las temporadas en las que reside en la ciudad catalana, cuando no está entrenando en Andorra.
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Como referente, Hindley contaba con Cadel Evans, el único otro australiano en ganar una de las grandes vueltas. Con apenas 14 años, Jai se emocionó con un disputado Tour, el de 2011, en el que su compatriota brindó una épica batalla con Alberto Contador en la penúltima etapa, con el Galibier y el Alpe D’Huez como escenario. Evans sólo cedió 57 segundos y acabó imponiéndose en la última jornada, dominando la contrarreloj. Más de una década después, el joven Hindley repitió la historia y llevará un nuevo título a Australia. Próxima parada, La Vuelta.