Kiko Rivera acudió ayer a Domingo Deluxe con la clara intención de hablar con su madre Isabel Pantoja, quien desde que explotase la polémica sobre la herencia de Paquirri, no ha querido ponerse en contacto con su hijo. Y el DJ ha sido claro al respecto con un duro ultimátum: "tienes 24 horas, desde este momento, para ponerte en contacto conmigo, y si no es así, voy a tener que tomar las medidas de pedirles y rendirles cuentas de todo lo que hayan hecho con esos poderes a mi nombre".
Kiko asegura que aunque no ha hablado con su madre, ella sí que ha contactado con sus nietas: "no quiero que se solucione. Quiero que me dé una explicación y ya después que se solucione. Si fuera ella, a día de hoy yo llamaría a mis hijos. Si que es verdad que ha llamado un par de días para hablar con sus nietas. No es la manera, no voy a negar que hable con sus nietas, pero no era la manera". Una acción que denota la frialdad existente entre ambos.
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Lo que más sorprendió de la entrevista del joven en Domingo Deluxe fue, sin embargo, algo ajeno a su actual guerra: "en más de una ocasión, he tenido que escribir mensajes a personas que mi madre ha tenido en casa. Sí que he visto a fanáticas de mi madre que iban allí porque eran amigas y las ponía a trabajar". Esta revelación muestra a una tonadillera de la que se ha hablado durante todos estos años, pero nunca de boca de su propio hijo.