Tamara Gorro y Ezequiel Garay, durante una época, eran una pareja envidiada por todos. Pero su separación fue como una jarra de agua fría para sus millones de seguidores. El problema es que ni ella ni él se habían pronunciado hasta ahora sobre lo que había ocurrido en el seno de la relación, en parte porque Tamara lleva varios meses muy mal anímicamente y ha necesitado ayuda profesional.
Ahora, una vez ha pasado el tiempo, en su libro Cuando el corazón llora, la influencer ha explicado que el detonante fue la decisión de ser padres: tras 18 intentos para quedarse embarazada, la situación se convirtió en toda una pesadilla aún utilizando métodos de reproducción asistida.
Después comenzó un proceso de gestación subrogada por el que Tamara Gorro se convirtió en madre de Shaila, su hija. Pero en lugar de unir de nuevo a la pareja, las diferencias se hicieron aún más patentes.
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Ella quiso darle un hermano a Shaila, mientras que Ezequiel prefirió no revivir "la pesadilla" por la que habían pasado años antes: "no me apoyaba y no quería por dos motivos: ni quería más hijos, ni mucho menos que yo pasase de nuevo por todo lo que pasé con mi niña". Pero rogó tanto que le convenció, viviendo de nuevo una mala época a pesar de que su marido siempre ha sido su gran apoyo.