El líder supremo de los talibanes ha lanzado una petición de ayuda internacional para socorrer a las víctimas de un mortífero terremoto que ha dejado al menos un millar de muertos en la provincia oriental afgana de Paktika. En un gesto poco habitual, Haibatullah Akhundzadah, que casi nunca aparece en público, rogó a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias.
En sus propias palabras, quiere que "ayuden al pueblo afgano afectado por esta gran tragedia y que no escatimen esfuerzos".
Este terremoto, de 6,1 grados de magnitud, se ha producido de madrugada en un lugar profundamente escarpado y montañoso, por lo que ha arrasado prácticamente todos los elementos constructivos del lugar. La catástrofe ha puesto en prueba la capacidad de gobierno de los talibán, que parece que no están siendo capaces de gestionar la situación con los medios con los que cuentan.
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De momento van un millar de muertos y mil quinientos heridos, pero los números probablemente seguirán subiendo, ya que las fuerzas de rescate no cuentan con los medios adecuados. Algunos testimonios aseguran que las víctimas están saliendo de entre los escombros por su propio esfuerzo.