Lewis Hamilton, el conocido piloto británico de Formula 1, se hizo vegano en 2016 y cambió su vida para siempre; desde entonces, se ha apartado de la carne y otros productos de origen animal por completo, y ha apostado por el consumo de plantas y vegetales sin perder ni un ápice de los nutrientes más básicos. Al ser una decisión personal, no afecta para nada al resto de la sociedad, pero el inglés se enfrenta ahora a la Justicia por haber convertido también a su perro Roscoe al veganismo.
Roscoe lo conoceréis mucho por ser el bulldog inglés que acompaña a Hamilton allá por donde va desde hace varios años; en Instagram suma más de 400.000 seguidores, y gracias a sus divertidas imágenes se ha convertido en toda una celebridad. Como si de un influencer se tratase, incluso posa con algunos de los alimentos que ingiere día tras día.
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Pero The Blue Cross, una organización sin ánimo de lucro, ha asegurado que Hamilton podría haber infringido la Ley de Bienestar Animal británica, que lleva vigente desde el año 2006, y que expone la obligación por parte de los dueños de que las mascotas lleven "una alimentación adecuada"; entre líneas se da a entender que la carne es necesaria para un perro, y por ello podría verse envuelto en un proceso judicial que culminaría, en el peor de los casos, con multas de 20.000 libras y penas de prisión de hasta 51 meses; ahora bien, es difícil que el proceso llegue a ningún lugar según la jurisprudencia británica.