Ablaye, senegalés enfermo terminal, había conmocionado a la sociedad después de exponer su última voluntad a todos los medios de comunicación. Ablaye quería ver por última vez a su hijo y poder tocarle antes de morir. A partir de esta petición, el nigeriano se aferró a la vida para poder verle y sentirle. Según los medios sanitarios, Ablaye Mboup sufría una extraña enfermedad conocida como hipertesión arterial pulmonar.
No quería morir solo y por eso quería estar acompañado de su hijo Cheikh en la sala donde estaba siendo cuidado en el hospital Costa del Sol. Desde el propio hospital se pusieron manos a la obra para lograr esto y bueno, lo consiguieron para alegría de Ablaye, quien pudo disfrutar sus últimos días de vida de su hijo. La presión social y mediática fueron imprescindible para traer a su hijo.
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Después de esta alegría, el senegalés ha fallecido el 4 de diciembre. Según Rafa Bravo, su cardiólogo, Ablaye había empeorado mucho esta semana. Por eso el sábado se decidió sedarle para que dejara de sufrir. DEP.