Mike Tyson es una de las personas más extravagantes que puedes encontrar en el boxeo, a pesar de ser leyenda en esta disciplina deportiva. No solo porque se llegó a fumar un porro antes de un combate, sino porque sus entrevistas y declaraciones siempre tienen algo de interesante. Por ejemplo, en su última charla con New York Post, confesó que durante los últimos cuatro años ha estado bajo los efectos de una droga muy curiosa: el veneno de una especie de rana mexicana.
"Ingerí el veneno de esta rana hasta en 53 ocasiones, pero nada comparado con la primera vez en la que morí. Lo hice como desafío. Yo utilizaba drogas duras como la cocaína y me dije, ¿por qué no? Es otra dimensión. Era un desastre. El oponente más duro al que me he enfrentado he sido yo mismo. Tenía baja autoestima, algo que suele pasar con las personas que tienes grandes egos, pero te quita el ego", explicó Mike Tyson sobre sí mismo y su complicada personalidad.
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Pero lo más impresionante del relato llegó justo después: con este veneno de rana perdió 45 kilos, pero al menos pudo reconciliarse con su familia y recuperar su deseo de luchar: "la gente ve cómo he cambiado. Mi mente no entiende lo que pasó, pero mi vida ha mejorado por completo. El único objetivo de la rana es que alcances tu máximo potencial y veas el mundo de manera diferente, que todos somos iguales y todo es amor".