Para muchos de los concursantes de Pasapalabra el programa se ha convertido en mucho más, llegando a ocuparles tanto tiempo como un trabajo. Hace poco Orestes y Rafa han revelado las claves de su estudio y preparación para llegar a lo más alto.
Según le han contado a Pablo Motos en el Hormiguero, durante la primera fase del programa invirtieron una cantidad enorme de tiempo al estudio. Rafa afirmó que pasaba mucho tiempo viendo roscos antiguos y memorizando, llegando a dedicar "unas 12 o 14 horas al día sin parar los fines de semana". Este intenso ritmo es crucial para mantenerse en la competición, pero no siempre se mantiene. "Ahora ya echo muchas menos horas, porque ya he estudiado muchas cosas", decía Rafa, pero también se quejaba de la "carga mental" que le supone retener todas esas palabras.
Además de estos métodos de memorización, también han usado las nuevas tecnologías con tal de agilizar el proceso. Orestes ha explicado que emplean una app para el móvil con la cual repasan los términos aprendidos "en los caminos de ida y vuelta al plató o antes de acostarse".
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De esta forma, Orestes afirma que tiene "guardadas en la cabeza más de 103.000 palabras". Para concluir, ha matizado que lo más importante no es darse "grandes panzadas", sino "tener una base de cultura general y de léxico amplio".