El antológico gol de Messi en la Supercopa de España ante el Athletic de Bilbao se quedó, esta vez, sin el esperado reconocimiento. Y es que para muchos, la espectacular acrobacia del brasileño Lira fue merecedora del galardón así como también la historia que acompaña a este joven futbolista de Brasil.
Lira, fue pasando por diferentes equipos de tercera y cuarta división de Brasil en los que no llegaba a cobrar ni una cantidad cercana a los 1000 euros. Aunque se formó en el Goiás, una suma de lesiones le obligó a dejar su carrera deportiva. Desempleado, y sin expectativas, decidió ayudar a su madre en la cafetería donde trabaja.
Pero su ‘amor por el deporte rey’ le llevó a enrolarse de nuevo en un club, esta vez en el Goianesia de la cuarta división brasileña y con el que marcó el espectacular gol que le sirvió para ganar el prestigioso premio Puskas. Tras marcar ese gol, el Tombense de tercera división lo fichó.
A pesar de la notoriedad del gol, la falta de entendimiento con el entrenador y la continuidad en el equipo, fueron la carta de despido de Lira, que abandonó Tombense tras cuatro partidos.
Desempleado de nuevo, el pasado noviembre -al enterarse de su nominación al premio Puskas- le hizo muy popular en su país y fue fichado por el Vila Nova, un equipo de segunda división, con el que tiene un salario parecido a sus inicios (menos de 1000 euros).
ORGULLO EN BRASIL
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En Brasil, la 'victoria' de Lira frente a otros rivales de mayor entidad fue celebrada por todo el país, tal como ejemplifica el brasileño, Ronaldinho: