El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, acudió esta mañana a la Audiencia Nacional para prestar declaración como investigado dentro de la Operación Soule, en esta ocasión para responder sobre pagos a empleados y personas vinculadas al organismo denunciados como ilegales.
Villar ha llegado minutos antes de las 10:00 dado que su declaración estaba citada para las 10:30. Lo ha hecho quince minutos después de la llegada de Sandro Rosell, quien también estaba convocado en la Audencia Nacional para hacer frente a una nueva jornada del juicio del que es objeto.
La comparecencia de Villar se produce 48 horas después de la declaración por el mismo motivo de quien fue su secretaria, Dora de Pedro, y de las citaciones también de Adolfo Gil de la Serna, directivo antes de que Villar llegara a la presidencia de la RFEF, y de Julio Pérez-Tomé, exasesor, quienes no acudieron por motivos de salud.
Los presuntos delitos por los que el juez imputa a Villar son: Administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares. También están imputados el hijo de Ángel María Villar, Gorka Villar, y el que fue el vicepresidente de la RFEF, Juan Padrón.
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El caso, por el que los tres fueron enviados a prisión provisional y quedaron después en libertad bajo fianza con medidas cautelares, puso fin a la larga presidencia de Ángel Villar en la RFEF, al frente de la cual permaneció entre 1988 y 2017.