La Supercopa de Europa disputada en el Puskas Arena de Budapest fue el primer gran partido de competición europea que pudo disputarse con público, y la UEFA ha valorado muy positivamente el desarrollo del partido y el comportamiento de los seguidores.
20.000 aficionados de ambos equipos presenciaron el partido en directo (aproximadamente un tercio del aforo).
"La organización del partido se desarrolló sin problemas: los espectadores aceptaron las medidas de precaución y siguieron las directrices e instrucciones sanitarias proporcionadas por los empleados de seguridad", aplaude la UEFA.
"Estamos encantados de volver a sentir un verdadero ambiente de fútbol y esto demuestra una vez más que los aficionados son el alma del juego y que el fútbol es tan grande gracias a su pasión y apoyo", añade el comunicado del organismo europeo.
"La UEFA evaluará ahora a fondo los distintos aspectos de la organización junto con la Federación Húngara de Fútbol y las autoridades locales", añade el organismo europeo".
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