Ricardo Guerra, quien cumplía condena en libertad condicional por asesinar a Aitor Zabaleta, el hincha de la Real Sociedad, ha vuelto a ser detenido en Bélgica por hacer un saludo nazi junto a otros ultras del fútbol y no haber informado a la prisión de su viaje a Brujas. Por ello, Ricardo Guerra ha vuelto a se ha clasificado como segundo grado.
Guerra, quien está condenado 17 años de cárcel por acabar con la vida del hincha de la Real Sociedad en el año 1998, ha sido recluido en la cárcel de Alcalá de Henares. Ahora tendrá que seguir cumpliendo su condena en el régimen ordinario, como la mayoría de sus compañeros presos.
Hasta este momento, el condenado estaba el régimen del tercer grado, por lo que aprovechó para viajar a Brujas. Allí fue detenido junto a treinta miembros de Suburbios Firm, que realizaron gestos neonazis al público y a la policía. Estos fueron puestos en libertad tras el partido.
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Algunas fuentes de Instituciones Penitenciarias informaron que Guerra tenía un permiso desde el 10 al 17 de diciembre y que ayer mismo ya regresó al centro. El preso no cumplió los requisitos necesarios y no informó de su salida del país, por lo que no tenía la autorización necesaria para viajar.