"Con Michel, hemos empezado juntos, vamos a acabar juntos", señaló Labrune en una entrevista a "Inforsport" y "Canal Plus".
"No tengo costumbre de cambiar las cosas cuando la temporada está en marcha" y tampoco "tengo los medios desde hace unos años de hacer lo que quiero en este club", declaró.
El presidente dijo, no obstante, que espera "más" tanto de Michel como de la plantilla porque los jugadores "son de un nivel bien superior a los resultados del equipo".
Sobre los gritos que hubo el pasado viernes en el estadio Vélodrome reclamando su propia dimisión, Labrune dijo que los entiende y que no desea ni a su peor enemigo ser presidente del Olympique de Marsella.
Con la severa derrota que sufrió ayer, y la serie de siete encuentros consecutivos en la liga francesa sin ganar, el Marsella se encuentra provisionalmente en décima posición de la tabla.
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Para explicar la situación del equipo, Labrune insistió en que desde hace cuatro años él viene diciendo que durante mucho tiempo "el OM ha vivido por encima de sus posibilidades" y ahora "no tiene dinero" y "el accionista no tiene medios para invertir en el club".