Durante el partido entre el Llagostera y el Racing de Santander, correspondiente a la fase de ascenso a Segunda División, se produjo un nuevo gesto racista en los campos de fútbol. Una mujer que se encontraba en las gradas del campo fue retratada haciendo gestos de mono hacia el jugador del conjunto cántabro, Mamadou Koné.
La aficionada realizó esos gestos rodeada de una gran cantidad de niños que observaron esa lamentable imagen.
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Desgraciadamente, no es el primer gesto racista que ocurre en el fútbol español. El primer protagonista fue Dani Alves al comerse un plátano que le habían lanzado desde la grada de Villarreal y luego Diop, al reaccionar a los insultos racistas de los aficionados del Atlético de Madrid con un baile.