En el palco, el president de la Generalitat, Artur Mas, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, siguieron con gran interés el juego de sus combinados. La renovada Catedral se vistió de luces verdes, rojas y blancas en una noche histórica para muchos amantes del fútbol y de su selección.
Las selecciones de Euskadi y Catalunya se citaban para jugar por tercera vez en 10 años. Hubo igualdad hasta en el marcador: 1-1. Los goles llegaron de la mano de Aduriz y Sergio García.