La selección nacional de Marruecos tomó hoy contacto con la alfombra verde del impresionante estadio de San Petersburgo con la única duda en los laterales, en los que podría entrar el jugador del Real Madrid, Achraf.
Renard Hervé ha optado en los últimos partidos por Saïss (Wolverhampton Wanderer) en el flanco derecho y Mendyl (Lille) en el izquierdo, pero la inesperada ausencia del primero durante una semana de la concentración previa siembra dudas sobre su participación.
La prensa marroquí conjetura con la posibilidad de que sea Achraf quien le sustituya y que Mandyl mantenga el puesto que se disputa con la joven promesa merengue. El entrenador no quiso disipar la duda durante la rueda de prensa ofrecida minutos previos antes de saltar al campo y se limitó a decir que Saïss llegó en "buena forma" y que tiene a todos sus hombres disponibles.
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Sobre el césped del estadio los magrebíes tocaron balón de forma suave, con diversos rondos, pases y otros juegos, en el mismo ambiente distendido y de fiesta que han mostrado desde que hace más de tres semanas quedasen concentrados. Un sentimiento de orgullo para una selección que cuando mañana salte al terreno de juego tratará de ahogar con una victoria la pena de haber perdido por quinta vez la candidatura a organizar un mundial, el 2026, que será en Norteamérica.