La policía ha descubierto un sistema de cámaras ocultas en alarmas y detectores de humos que presuntamente el Granada FC utilizaba para espiar a directivos, jugadores y árbitros.
El club fue adquirido por la familia Pozzo en 2009 y siete años más tarde fue vendido a la sociedad china Desport. La nueva propiedad detectó que algunas instalaciones del club, que incluirían el túnel de vestuarios, habían sido espiadas. Así, se presentó una denuncia a la policía, que ha confirmado las sospechas.
Según 'El Mundo', el informe policial detalla el descubrimiento de cinco cámaras repartidas entre el Estadio Nuevo Los Cármenes y la Ciudad Deportiva. La denuncia apunta como responsable al que fuera director de operaciones del club, Ángel González Segura, que fue despedido cuando el equipo adquirió un nuevo director general.
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Según ha podido confirmar el diario 'El Mundo', la denuncia, realizada por el secretario general del consejo de administración, Íñigo de Lacalle, apunta al ex directivo de la siguiente manera: "El Sr. González Segura, en conversaciones de bar, se jactaba de decir que había instalado una cámara en el despacho del director general y contaba conversaciones privadas con este último".